Señores, yo nunca he creido en milagros ni en fenómenos de ese tipo, sin embargo el otro día mi familia hizo un descubrimiento inquietante. Justo en mi trasero, lograron identificar una imagen de Jesus Christ con toda claridad. En la figura podemos verlo con los brazos ligeramente extendidos invitándonos a cruzar las puertas del cielo. Como podrán imaginar fue una revelación que nos tocó a todos el corazón. A partir de ahora prometo ser un perro más piadoso, no volveré a ladrarle a los morenillos ni asustaré a las palomas en el parque.
La paz os dejo y nunca olviden que todos somos criaturitas del señor.
1 comentario:
Que esto si me ha asustado, nunca más, nunca más asco por los anos perrunos, nunca se sabe que milagro pueda suceder ahí.
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