martes, 24 de abril de 2007

quisiera ser mosca


Siempre he sentido verdadera admiración por las moscas y si hubiera manera de arreglarlo me gustaría ser mosca. Eso de poder pararse en las calvas de los señores mamones y de pasear por la orilla de las sopas, me entusiasma. Por eso me parece tan extraño que los hombres les tengan un odio mortal y se pasen la vida desarrollando productos para matarlas. Afortunadamente todas las porquerías que inventan los hombres no sirven de nada y la única manera eficaz de matarlas es a fuerza de periodicasos. Curiosamente, el mismo periodicaso que nos mantiene a los perros a raya (???).
En realidad la gente quiere matar a las moscas porque se meten en todas partes y están todo el tiempo parándose arriba de la caca. Pero nadie tiene en cuenta que las moscas tienen que ser moscas y hacen cosas de mosca y sería de lo más bizarro que supieran jugar con una pelota y mucho menos leer o escribir, pues acabarían haciendo guiones cinematográficos y ahora si que nadie las aguantaría.
El otro día soñé que había alguien que lograba inscribir a las moscas en una escuela de paga, en el Oxford para ser exactos, y las moscas aprendían geografía, matemáticas, química y hasta la tabla del siete. Una de ellas se acercaba a mi y, después de saludarme muy educada, empezó a regañarme por no saber dividir y por no saber dónde están los Países Bajos.
Yo me justifiqué diciendo que, dado que soy bajita, no llegaba a ver los Países Bajos por tenerlos demasiado cerca.
Afortunadamente me desperté y me di cuenta de que todo no había sido más que una pesadilla y que, aunque alguien piense lo contrario, las cosas siguen siendo como deben de ser: el perro es perro, el aguaagua y las moscasmoscas.

1 comentario:

Luis Salazar dijo...

Yo siempre lo he dicho (y mi blog se llama así)
¡Quisiera Ser Una Mosca!